sábado, 11 de junio de 2016

Pascual Saco Oliveros


.s

Nació en la ciudad de Lambayeque el 23 de octubre de 1796 que propagó en los principios de la emancipación y el 27 de setiembre de 1820 logro que la fracción del batallón español Numancia, que se hallaba de guarnición en Lambayeque se pasase a la filas de los independientes, esto fue un hecho decisivo para la victoria de la libertad
Fue comandante general de la división de caballería  que propagó en los principios
de la emancipación y el 27 de setiembre de 1820
logró que la fracción del batallón español Numancia, que se
hallaba de guarnición en Lambayeque, se pasase a la filas de los independientes.
Esto fue un hecho decisivo para la victoria de la libertad.
Nombrado jefe de ella, se presento con sus efectivos al Cuartel General de Huaura, poniéndolos a disposición de San Martín. El 28 de julio de 1821, entró a Lima, como capitán de la 2°da campaña de intermedios (1823) y en su condición de tercer jefe del Regimiento de Húsares de Junín, asistió a la batalla de Pórtate de Tarque, en 1829, en el conflicto con la Gran Colombia. En 1832, fue elevado a la clase de coronel guardado y el 24 de mayo de 1834 a efectivo.
En 1835, fue comandante general de la división de caballería, jefe del estado mayor y general del Ejército del sur, prefecto de Junín; intendente del Callao y segundo gobernador de plaza(1834), estuvo al lado de Orbegoso y Santa Cruz en las acciones Guía, Buin y Yungay, contra la expedición chilena para destruir la Confederación Perú- Bolivia(1838-1839).
En 1841, hizo la campaña contra Bolivia como primer jefe de regimiento de Lanceros de la Frontera, asistiendo al desastre en Ingavi, siendo nombrado posteriormente jefe de la caballería y prefecto de Puno. En 1843 y 1844, fue vocal y presidente de la junta de reforma. De 1845 a 1852, sirvió como inspector General del Ejército, hasta junio en que fue nombrado vocal de la Corte Suprema Marcial, en reemplazo del mariscal Riva Agüero. Fue ministro de Guerra y de Hacienda en gobierno de Echenique. En 1855 volvió a ser inspector General del Ejército; presidente de la Junta Calificadora, de la Junta del 2 de mayo de 1866 que consolido definitivamente nuestra independencia. ocal de la Corte Suprema Marcial, en reemplazo del mariscal Riva Agüero. Fue ministro de Guerra y de Hacienda en gobierno de Echenique. En 1855 volvió a ser inspector General del Ejército; presidente de la Junta Calificadora, de la Junta del 2 de mayo de 1866 que consolido definitivamente n El coronel Pascual Saco Oliveros falleció en la ciudad de Lima el 8 de enero de 1868 y el 26 de diciembre de 1927 sus restos fueron trasladados del cementerio General Presbítero Matías Maestro de Lima, al Panteón de los Próceres, donde descansan quienes lucharon por nuestra independencia. ra, asistiendo al desastre en Ingavi, siendo nombrado posteriormente jefe de la caballería y prefecto de Puno. En 1843 y 1844, fue vocal y presidente de la junta de reforma. De 1845 a 1852, sirvió como inspector General del Ejército, hasta junio en que fue nombrado vocal de la Corte Suprema Marcial, en reemplazo del mariscal Riva Agüero. Fue ministro de Guerra y de Hacienda en gobierno de Echenique. En 1855 volvió a ser inspector General del Ejército; presidente de la Junta Calificadora, de la Junta del 2 de mayo de 1866 que consolido definitivamente nuestra independencia. ocal de la Corte Suprema Marcial, en reemplazo del mariscal Riva Agüero. Fue ministro de Guerra y de Hacienda en gobierno de Echenique. En 1855 volvió a ser inspector General del Ejército; presidente de la Junta Calificadora, de la Junta del 2 de mayo de 1866 que consolido definitivamente n El coronel Pascual Saco Oliveros falleció en la ciudad de Lima el 8 de enero de 1868 y el 26 de diciembre de 1927 sus restos fueron traslad

Diego Ferre Sosa

Nacio en Reque,13 de noviembre de 1844. Sus padres Eusebio Ferré y de María Mercedes Sosa.
Fue un marino peruano. héroe de la guerra del pacífico.

Cursó primarios en la escuela nacional de Lambayeque, luego se  traslado a lima donde de 1859 a 1864, cursó estudios secundarios en el colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.

En 1865 se matriculó en el colegio naval militar donde se mantuvo a su costa, fue presidido por el ministro de guerra y marina Don José Gálvez Egúsquiza, quien enterado de su aprovechamiento, le ofreció al término de su actuación los despachos de guardiamarina.

El Ministro Gálvez, futuro héroe del combate del 2 de mayo.

La América, junto con otros buques de guerra peruanos se dirigió a las costas de Chile, de conformidad con lo acordado con dicha república al firmarse el tratado de alianza contra España. 

El 7 de febrero de 1866 tuvo lugar el memorable combate naval de abtao, en el que con fuerzas muy inferiores, los buques peruanos junto con la covadonga chilena, vencieron a la escuadra española.

En 1868 viajó a los estados unidos en comisión con otros oficiales peruanos para traer los monitores Atahualpa y Manco Cápac.

Fue promovido a la clase de teniente primero el 20 de abril de 1875, fue destinado nuevamente al monitor Huáscar. se hallaba en el cuando estalló la guerra del pacífico, y desde el momento en que el almirante Miguel Grau seminario tomó el comando de la legendaria nave, pasó a ser su ayudante.

Participó en el combate naval de iquique el 21 de mayo de 1879, en el primer el 26 de mayo y el  segundo Combate naval de antofagasta el 28 de agosto de 1879.

Falleció en el combate naval de Angamos el 8 de octubre de 1879.

Mariano Ignacio Prado

(Huánuco, 1826 - París, 1901) Militar y político peruano que fue presidente de la República en dos ocasiones: 1865-1867 y 1876. Ocho meses después del estallido de la guerra con Chile salió del Perú en lo que se consideró un vergonzoso abandono del cargo.
Mariano Ignacio Prado fue el fundador de un clan familiar que llegaría a gobernar cuatro veces el Perú entre mediados del siglo XIX y mediados del XX. Nació en el seno de una familia destacada en la región, pero sin fortuna que trascendiera más allá de ella. El padre fue alcalde de Huánuco, ciudad que dominaba una región de economía agrícola articulada en el centro minero de Pasco. Su madre era de ascendencia española. El sacerdote Agustín Rato, que fue su preceptor de la infancia y adolescencia, consiguió trasladarlo a Lima, al Colegio de San Carlos, para que cursara estudios de derecho, pero la muerte del hermano mayor lo obligó a retornar a Huánuco y asumir los negocios familiares.

Mariano Ignacio Prado
No logró levantar una fortuna, pero sí tuvo un hijo natural con María Avelina Gutiérrez: el más tarde famoso y precoz coronel Leoncio Prado, héroe de la batalla de Huamuchuco, tras la que sería fusilado. En Huánuco la familia Prado gozaba de la protección y el apoyo de la más importante familia Durand, y Mariano Ignacio se desempeñó como capataz en una hacienda de ésta.
En 1853, ya con 27 años, Prado se trasladó a Lima. Huánuco no ofrecía futuro; ni político, por su aislamiento; ni económico, por la postración en que yacía la minería de Pasco. En la capital de la república, Prado se implicó en los debates desatados alrededor del escándalo de la consolidación de la deuda interna, por lo que fue deportado a Chile. La revolución de Castilla contra Echenique lo trajo de vuelta y ganó en ella los grados militares que se estilaban en la época: entre julio y noviembre de 1854, la victoriosa revolución lo encumbró de capitán a teniente coronel.
Formando parte ya de la argolla castillista, en 1857 fue elegido diputado por Huánuco a la Convención Nacional; un año después fue nombrado Prefecto de Arequipa. Desempeñó el cargo durante muy poco tiempo, porque en 1859 volvió a los cuarteles por cuatro años. En 1863 fue destinado a Tacna como Prefecto, y más tarde volvió a Arequipa otra vez como Prefecto. Era común en la época que los militares no fueran solamente los Presidentes de la República, sino además los Prefectos del interior.
En 1864, ya en vísperas de la acción que definitivamente lo encumbraría a la alta política nacional, contrajo matrimonio con la dama arequipeña Magdalena Ugarteche Gutiérrez del Cossío. Tan largos apellidos no le venían en vano, porque esta señorita, dieciséis años menor que el novio, pertenecía a una acaudalada familia.
Un matrimonio de fortuna y una expectante carrera militar necesitaban ser coronadas, sin embargo, por una acción bélica de envergadura. La ocasión se la dio el tratado Vivanco-Pareja firmado por el gobierno de Pezet con España en 1864, a raíz de la ocupación española de las islas guaneras. Prado se encaramó como líder de la indignación nacional que recorrió el país por lo que se consideraba un humillante acuerdo. En Arequipa dio inicio a la revolución contra Pezet, que lo llevó al gobierno en 1865. Al año siguiente la victoria del dos de mayo en el Callao lo elevó ya a la categoría de héroe nacional.
Su primer gobierno fue breve, pero pleno de enérgicos deseos de reforma contra la desmoralización en la función pública. Compuso el llamado "gabinete de los talentos", en el que figuraban Manuel Pardo, José Gálvez, Toribio Pacheco, José Simeón Tejada y José María Químper, todos miembros de una nueva generación entusiasta, ilustrada y de ideas liberales. Sin embargo, o el liberalismo de las reformas resultó excesivo, o las intrigas de sus enemigos eficaces, el hecho es que una revolución (la de Diez Canseco) terminó con su gobierno en el inicio de 1867 y lo devolvió a un país bien conocido por los políticos peruanos caídos en desgracia: Chile. Estuvo ahí varios años, dedicado al negocio del carbón y engrosando una fortuna que le permitió realizar el ritual y costoso viaje a Europa que caracterizaba a los miembros de la élite.


Con el encumbramiento a la presidencia de la república de su amigo Manuel Pardo, volvió al Perú en 1873. Recibió el grado de general y se acercó al partido civil. Fue elegido diputado por Cañete en 1874 y luego presidente de la Cámara de Diputados. En las elecciones de 1876 se impuso a Lizardo Montero, y llegó otra vez a la Presidencia, en la que debía permanecer hasta 1880.La agobiante crisis fiscal le impidió emprender una amplia acción de gobierno. Tuvo que enfrentar la oposición de los intereses salitreros, el cierre del crédito internacional por la moratoria de la deuda externa y la devaluación de la moneda nacional. El parlamento, dominado por el civilismo y dividido frente a la cuestión del salitre, desarrolló una labor de oposición que también lo ató de manos. Producidos en 1878 los primeros escarceos de la guerra del salitre, no tuvo la energía suficiente para impedirla, ya presionando a Bolivia para que resolviera pacíficamente sus diferencias con Chile, ya canalizando la cuestión de las salitreras hacia soluciones que esquivasen el conflicto.




Se dejó llevar por el ánimo especulativo de los políticos civilistas pierolistas y de otras tiendas, y el de los empresarios agrícolas y mineros. Los primeros, estimando que la guerra les serviría para sobresalir frente a la opinión pública, como había pasado con el propio Prado en 1866; los segundos, porque aguardaban que la devaluación de la moneda nacional les permitiera elevadísimas ganancias.
La guerra contra Chile convertiría al héroe del dos de mayo en una especie de traidor nacional. Al comienzo se trasladó al sur para dirigir personalmente el conflicto, pero tras la derrota de Angamos, decidió emprender viaje a Europa, el mismo día que cumplía los 53 años. La razón de este viaje fue realizar personalmente compras de armamento en Europa, pero la población, azuzada por los caudillos rivales, lo entendió como una huida vergonzosa. El presidente abandonaba el país en plena guerra y tras la destrucción de lo principal de nuestra escuadra.
Sobre "el viaje de Prado" se tejería después una perenne leyenda negra: el general huyó llevándose el dinero público y el recolectado para el armamento; en la imaginación popular ese terrible hurto habría sido el origen de la fortuna familiar de los Prado. Varios historiadores que investigaron el asunto han negado, sin embargo, que el presidente se hubiera apropiado del dinero. Fue el ministro de Hacienda, José María Químper, y el tesorero Julio Pflucker Rico, quienes se encargaron de enviar los fondos mediante cheques y letras de cambio. Ambos resultaron exculpados en las investigaciones que se hicieron después de la guerra respecto del uso de los fondos. Con el dinero se adquirieron dos barcos; uno de ellos llegó al Perú, mientras el otro fue embargado por los acreedores.
En la presidencia quedó el general La Puerta, quien fue depuesto a los pocos días por Nicolás de Piérola. Éste, en un furibundo decreto del 22 de mayo, declaró a Prado traidor a la patria y le retiró sus grados militares y todos sus derechos ciudadanos. En 1887 Prado volvió al Perú; poco se conoce de sus quehaceres en esos años, ya alejado por la fuerza de la opinión pública y de la política. En 1899 regresó a París, donde falleció el 5 de mayo de 1901. Al año siguiente su cadáver llegó al Callao y fue trasladado al mausoleo de la familia de su yerno, Juan Manuel Peña Costas. Cuando su hijo Manuel desempeñaba la presidencia de la república, en 1944, intentó que el féretro de su padre ingresara al Panteón de los Próceres nacionales, lo que fue rechazado por el ejército.

José Balta

(Lima, 1816 - id., 1872) Militar y político peruano. Procedente de una familia humilde, ingresó muy joven en el ejército y alcanzó el grado de coronel, pero en 1855 se retiró del servicio activo. Tomó parte en la revolución de 1865 y al año siguiente se distinguió entre los opositores del presidente Mariano Ignacio Prado.


José Balta
Elegido presidente en 1868, bajo su administración se inició la apertura del país a los capitales extranjeros. Con el apoyo de Nicolás de Piérola en la cartera de Hacienda, Balta inició una ambiciosa serie de programas de inversión pública centrados principalmente en la mejora de las infraestructuras. Tuvo que recurrir a empréstitos para la construcción de carreteras y vías férreas, con lo cual la deuda externa aumentó desmesuradamente de cuatro a cincuenta millones de libras esterlinas, lo que llevó a las arcas públicas al borde del colapso. El ministro de Hacienda trató de salvar la situación otorgando a la compañía francesa Dreyfus la explotación del guano, lo que enfrentaba al gobierno de José Balta con la oligarquía del país.
En esa difícil tesitura Manuel Pardo Lavalle, del Partido Civilista, triunfó en las elecciones de 1872. Balta anuló la votación y organizó nuevos comicios, pero su candidato fue derrotado una vez más. Murió fusilado cuando rehusó comprometerse en un golpe de estado organizado por el coronel Gutiérrez, hombre de confianza de Balta en el ejército, para impedir que Pardo subiese al poder.

Jose Domingo de la Mar

José Domingo de La Mar y Cortázar (Cuenca, Presidencia de Quito, 12 de mayo de 1778 - † San José, Costa Rica - 11 de octubre de 1830), fue un militar y político que nació en el actual territorio de la República del Ecuador, aunque sirvió y rindió lealtad al Perú. Llegó a ser Presidente del Perú en dos ocasiones: primero, durante los años de 1822 a 1823, como Jefe de una Junta Gubernativa; y después, entre 1827 y 1829, como Presidente Constitucional. En ambas ocasiones fue elegido por el Congreso de la República del Perú. Presidió también por breve tiempo el Consejo de Gobierno, durante la dictadura de Bolívar (1826) Como militar participó en la Guerra de la independencia española, y posteriormente luchó en el Perú, primero en el ejército realista, para pasar luego a las filas patriotas, contribuyendo decisivamente a la victoria final en Ayacucho. Durante su gobierno de 1827-29 sufrió una tenaz oposición política, por obra de sus viejos camaradas de la guerra de la independencia que ambicionaban el poder. Comandó a las tropas peruanas durante la Guerra contra la Gran Colombia, pero fue derrocado en pleno conflicto por el general Agustín Gamarra y desterrado a Costa Rica, donde falleció poco después.
.

viernes, 10 de junio de 2016

Jose Bernando de Tagle


José Bernardo de Tagle y Portocarrero (Lima, 21 de marzo de 1779 - †Callao, 26 de septiembre de 1825), más conocido como 'Torre Tagle'. Fue el segundo Presidente del Perú después de José de la Riva Agüero.
El congreso destituyó a José de la Riva Agüero y designó como presidente al Marqués de Torre Tagle. Entonces Riva Agüero huyó a Trujillo con una facción del Congreso e instauró un gobierno paralelo.
Por invitación del Congreso, Simón Bolívar arribó al Perú en setiembre de 1823, inmediatamente se aprobó un decreto que le confería la máxima autoridad militar, y si lo consideraba necesario también el poder político. Ante esta decisión del Congreso Torre Tagle entabla conversaciones con el bando realista. Al ser descubierto se le acusó de traición a la patria y Torre Tagle se refugia en el Real Felipe, donde murió poco después.

Durante su mandato se redactó la primera Constitución del Perú. También se cambió la bandera establecida por el Libertador San Martín por considerarla muy complicada en su elaboración. El nuevo diseño era formado por tres franjas horizontales, dos de color rojo y la central de color blanco, con un sol en el centro.

Francisco Antonio de Zela

Francisco Antonio de Zela y Arizaga (Lima, 24 de julio de 1768 - +Chagres, actual Panamá, 18 de julio de 1819) fue un precursor de la Independencia del Perú, que encabezó la Revolución de Tacna de 1811.

Zela es conocido por dar el primer grito libertario del Perú en la ciudad de Tacna el 20 de junio de 1811 siendo considerado el líder de la primera insurrección armada por la independencia del Perú. La rebelión de Tacna estuvo en estrecho contacto con la revolución argentina, que se inició en Buenos Aires el 25 de mayo de 1810. Los argentinos enviaron un ejército a la Provincia de Charcas (actual Bolivia) para apoyar a Francisco de Zela, quien a su vez fue apoyado por un numeroso grupo de criollos, mestizos e indígenas. Bajo la dirección de Zela, en la ciudad de Tacna, se asaltó primero el cuartel de caballería del Regimiento Dragones del Rey y luego el cuartel de infantería que estaban situados a dos cuadras de distancia a la voz de "...cargar y adelante", la noche del 20 de junio de 1811. Zela enarboló una bandera con colores azul y blanco (colores argentinos) a cuatro campos triangulares, estableciendo por escasos tres días un gobierno libre. El mismo día (20 de junio) el ejército patriota argentino fue derrotado por el ejército realista peruano encabezadas por el brigadier José Manuel de Goyeneche en la Batalla de Guaqui, en las cercanías del lago Titicaca, y por lo tanto, Zela nunca recibió el apoyo necesario. Esta noticia deterioró la moral de la reducida tropa de Zela, como resultado de ello, fueron diezmados y algunos capturados por los españoles sin presentar batalla. Los principales dirigentes de la rebelión fueron sometidos a juicio, entre ellos Zela, que fue llevado a Lima. Allí, gracias las influencias de su familia y a la mediación de importantes personajes se le conmutó la pena de muerte por la de encierro perpetuo en el morro de La Habana. Pero se consiguió modificar aún más la sentencia: una pena de diez años de presidio en la cárcel de Chagres de Panamá, y terminados éstos, expatriación perpetua. Su prisión en Lima duró cuatro años y en 1815 fue trasladado a Panamá. Afectado por el clima tropical y las duras condiciones de su encierro, falleció algunos años después.

Pedro Abraham Valdelomar Pinto


Pedro Abraham Valdelomar Pinto (Ica, 27 de abril1 de 1888 - Ayacucho, 3 de noviembre de 1919) fue un narrador, poeta, periodista, ensayista y dramaturgo peruano. Es considerado uno de los principales cuentistas del Perú. Los cuentos más destacados son: El caballero Carmelo (Lima, 1918) y Los hijos del Sol (póstumo, Lima,1921). En el cuento El caballero Carmelo, narra la triste historia de un gallo de pelea, relato nostálgico ambientado en Pisco, durante la infancia del autor. En Los hijos del Sol, busca su inspiración en el pasado histórico del Perú, remontándose a la época de los incas. Entre sus poesías más conocidas está Tristitia y El hermano ausente en la cena de Pascua, los cuales presentan a su autor como un poeta dulce, tierno y profundo, saturado de paisaje, de hogar y de tristeza.

Jose Olaya

José Olaya no era un simple pescador chorrillano. Era también un importante colaborador de la lucha por la Independencia del Perú, ofrendando su vida por nuestro país.






Chorrillano de cuna humilde:

Nació en San Pedro de Chorrillos don José Silverio Olaya Balandra el año de 1782. Al respecto el distinguido historiador Juan José Vega Bello decía que el verdadero nombre debe escribirse de la siguiente manera: José O´Laya Balandra. Los padres de José Olaya fueron don José Apolinario Olaya (O´Laya) y Córdova y doña Melchora Balandra. Él tuvo 11 hermanos y provenía de cuna humilde y, seguramente, por tradición familiar se dedicó a la pesca artesanal, de tal manera que con un pequeño bote ingresaba en el mar frente a Chorrillos y lo que pescaba lo comercializaba en el mismo muelle o en el puerto del Callao.

Vivía de la pesca artesanal

Por aquellos años, Chorrillos era un pequeño balneario ocupado por una comunidad indígena, que vivía de la pesca, y a él iban las familias nobles y criollas de Lima con el fin de recrearse en los fines de semana, haciendo paseos a caballo o a pie. Los paseantes se hacían acompañar por sirvientas y criados, principalmente en días de sol. Esa numerosa comitiva era esperada por los pescadores para ofrecer sus productos; de tal manera que estaban pendientes de los excursionistas de Lima para hacerse a la mar y retornar con la mayor carga de pescados. Uno de ellos fue José Olaya que, a su vez, se distinguía por su afición a la natación y se regocijaba uniendo a nado las diferentes puntas del litoral, entre Chorrillos y el Callao.

“El pescador chorrillano tenía una balsa como una persona de familia. La amaba y procuraba atalajarla lo mejor posible. Estaba compuesta de tres rollos fuertemente atados, formando un haz de gran resistencia: luego la formó de odres y pellejos, hinchados de aire, dándoles el nombre de ‘caballitos’ con los cuales desafiaba las iras del mar en la cala, en el Salto del Fraile. Dejando atado en la playa uno de los cabestros de la red, sepultaba mar adentro la malla o copo, para volver a tierra otro cabestro, describiendo en el agua un amplio radio de captación. Luego tiraban por ambas puntas, traían a la playa el tesoro de una gran pesca, por medio de esta red barredora llamada chinchorro. Canoa, red y remo son el tesoro y el capital del pescador chorrilano... Silverio desde adolescente desafiaba la ira del océano y en una débil balsa cruzaba el golfo desde Chorrillos hasta San Lorenzo, y desde allí al Callao, donde vendía el producto de la pesca y algunos víveres que solía llevar para negocio” (Luis A. Eguiguren; “El mártir pescador José Silverio Olaya y los pupilos del Real Felipe”).

Contribuyó a afinar la comunicación

El 12 de setiembre de 1819, Lord Cochrane volvió a embarcarse en Valparaíso rumbo al Perú. Llegó a las islas San Lorenzo el 27 de setiembre. El 7 de noviembre ancló en Pisco, dejando 400 efectivos que tomaron el puerto. Siguió la ruta nuevamente hacia el norte y el 27 de noviembre estuvo frente a Guayaquil. Luego de hacer notar su presencia con salvas de artillería y entrar en contacto con algunos patriotas, retornó a Chile haciendo pequeñas escalas en los puertos más importantes y recogiendo a muchos voluntarios patriotas peruanos. Hizo una escala más prolongada al llegar al puerto de Valdivia, donde tomó la plaza fuerte entre el 3 y 4 de febrero de 1820.

Indudablemente, la expedición marítima patriota, bajo el mando de Lord Cochrane, cumplió un gran papel estratégico. Mostró superioridad marítima, amedrentó al enemigo y se vinculó con los patriotas, enrolando en sus filas a muchos de ellos. Tomó puertos para la causa libertaria, principalmente para reclutar a negros libertos, para que estos sirvieran en el ejército libertador en las tareas más sacrificadas. Además, se dio el lujo de dejar una zona liberada: Pisco. Hizo pues, todos los arreglos para que la expedición libertadora de San Martín no tuviera ningún obstáculo en su avance hacia el Perú.

Es muy probable que José Olaya, que por entonces ya tenía 38 años de edad, se comprometiera más con los patriotas, porque para él la independencia del Perú venía del mar, su medio de vida.


Olaya pertenece a la era sanmartiniana

El 20 de agosto de 1820, se embarcó el Ejército Unido comandado por el general San Martín. Salió de Valparaíso y tenía seis navíos. Su rumbo era el Perú. Contaba con un ejército de 4 118 efectivos. El 7 de setiembre, el Ejército Unido estuvo frente a Paracas. Al día siguiente ocupó
Pisco. Entre el 25 de setiembre y 4 de octubre se realizaron las tratativas de Miraflores, entre los delegados de San Martín y el virrey Joaquín de la Pezuela, sin llegar a ningún acuerdo. El 30 de octubre de 1820, San Martín arribó a Ancón. Por ese entonces Lima se encontraba rodeada por mar y tierra y estaba llena de “humores y temores”.

Uno de los pocos que sabía del gran poder marítimo -casi invencible de los libertadores, era José Olaya, porque los pocos barcos realistas estaban fondeados en el Callao mientras que la marina patriota se paseaba sin ningún problema por todo el litoral peruano. En dichas circunstancias fue que se produjo la proclamación de Independencia del Perú, el 28 de julio de 1821, y se inició el Protectorado, que duró hasta el 20 de setiembre de 1822. En este período, José Olaya hizo grandes servicios a la joven patria. Sirvió de permanente enlace, primero, entre la flota que estaba en el Callao y los patriotas del puerto y, después, con los que estaban en Lima. Era un correo seguro, probado en varias ocasiones y una de las piezas más importantes de la red de información que había creado la patriota doña Juana de Dios Manrique de  una.

Olaya, que era leal, fuerte y cauto, en el año 1822 se convierte en pieza fundamental de la comunicación patriota y pertenece indudablemente al período sanmartiniano, la época del romanticismo libertador.

 

La retoma de Lima

Poco después de que San Martín, quien no pudo desalojar definitivamente a los realistas del Perú, viajara a Argentina, comenzó a funcionar un Congreso Constituyente muy complaciente y se sucedieron gobiernos pusilánimes, que no tuvieron la capacidad de terminar la revolución libertadora.

Ante el desgobierno que reinaba en Lima, el 19 de junio de 1823 los dirigidos por el general Canterac retoman Lima. Canterac deja el mando al brigadier Ramón Rodil y retorna a la sierra. Las principales autoridades civiles y militares del sector independiente, encabezados por el general Antonio José de Sucre se ven en la obligación de refugiarse en los ambientes de la Fortaleza del Real Felipe, del Callao. Desde dicho refugio tratan de reestructurar sus alicaídas fuerzas y establecen un método de comunicación constante pero secreta con los patriotas que se encontraban en Lima. José Olaya era uno de los que llevaba los mensajes. Siempre con sigilo, tratando de no ser visto por los cientos de espías realistas que rodeaban el Real Felipe o que se encontraban en las principales vías de acceso entre Lima y el Callao y también de otros que se hallaban en las pocas puertas de entrada a Lima.

Al respecto, Eguiguren dice lo siguiente: “La comunicación de los 15 kilómetros entre Lima y Chorrillos solo se hacía en mula o calesa, los caminos estaban perfectamente vigilados. Nadie pasaba sin ser severamente examinado y registrado. Por la playa o en la canoa del pescador, dominando el mar los patriotas, parecía que no había peligro inminente, sobre todo cuando se trataba de un pescador que iría a la capital a ofrecer su mercancía de pescado”.


Viajes exitosos

No se sabe a ciencia cierta cuántos viajes hizo José Olaya llevando las comunicaciones entre los patriotas del Callao a Lima. El nexo fue, tal como hemos dicho, doña Juana de Dios Manrique de  Luna, quien entre los refugiados en el Real Felipe junto con Sucre, tenía a su tío don Andrés Riquero. Este fue el nexo con Sucre, de suerte que en las visitas que hacía doña Juana al Real Felipe, entregaba y recibía comunicaciones de los más altos jefes del ejército patriota y comprometía a varios leales de Callao y Lima. Y... Olaya sabía todo eso. Es más, estaba enterado de quiénes eran y dónde vivían. ¿Qué es lo que quería saber Sucre, principalmente? Evidentemente, de los movimientos de las tropas de Rodil. Este, dice Eguiguren, viéndose objeto de una vigilancia tan activa, de golpes certeros, destacó a las portadas de la capital a los  expertos espías y hombres sin escrúpulos, de que se hallaba rodeado, para averiguar, quién o quiénes servían tan diligentemente a los patriotas. Necesitaba descubrir el enlace que existía entre los buques y fortalezas del Callao, ocupados por los patriotas y sus adherentes de Lima...”.

Motivos para enfurecerse

Los realistas estaban absortos y enfurecidos. Sabían que Olaya era patriota, no solo por la escarapela. Sabían que era muy astuto, pues los había engañado en el trayecto, arrojando las cartas de los patriotas a un lugar que ellos no conocían. Por lo tanto, los oficiales realistas decidieron poner a prueba la valentía de dicho pescador al momento del interrogatorio, era con la dádiva o la tortura.  Rodil empleó todos los métodos para que Olaya declare quiénes eran los implicados. Al respecto, Eguiguren dice lo siguiente: “Se lo lisonjeó, se le prometieron grandes premios y dinero en abundancia; pero todo fue a dar contra una roca inconmovible, como esas bañadas por mares furiosos, cada vez más firmemente adheridas a su base. Se le ofreció grado militar en efectividad, el cual se le dijo le sería reconocido por los patriotas si estos triunfaban”. Sin embargo, el rudo y valeroso pescador chorrillano no soltó prenda.

La implacable tortura y el martirologio

El general Rodil ordenó que lo castigaran con 200 palazos. Los ruidos se escucharon en todo el palacio, pero Olaya no abrió la boca. Cuando estaba a punto de desfallecer, le quitaron las uñas, pero a pesar de ello, no le arrancaron ninguna declaración. Luego le aplicaron uno de los tormentos más dolorosos. Le colgaron de los pulgares por varios minutos, pero Olaya se mantuvo impertérrito, casi ya con la imagen de un mártir.

Lo dejaron casi moribundo. Al siguiente día, por la noche, los realistas hicieron una redada y apresaron  varios sospechosos, entre ellos se encontraban algunas de las cónyuges, sobre todo las esposas de los refugiados en el Callao. Ni bien el alba fue esclareciendo el paisaje casi siempre gris de Lima, en las mazmorras de palacio empezó el careo entre Olaya y varios de los apresados. Olaya dijo que no los conocía. “El modesto pescador miraba a estas personas con que muchas veces se había dado citas en aquellas capillas para entregarles su correspondencia, pero ni una leve señal se dibujaba en su rostro impasible. No dijo ni una sola palabra, ni dio el más leve indicio por el cual viniera a conocer el duro gobernador  lo que tanto deseaba”. El momento más dramático y que explica con mayor claridad el coraje del pescador fue cuando lo enfrentaron a doña Antonia Zumaeta, esposa de Andrés Riquero. Ante las preguntas de los realistas si la conocía y quién era su enlace, Olaya, impertérrito, dijo: “que no conocía, ni revelaría jamás cuál había sido esa persona aunque perdiera mil vidas” (Eguiguren).

El fusilamiento de Olaya, el mártir de la independencia del Perú

Habiendo fracasado en todos sus intentos por obtener información alguna, los realistas ordenaron el fusilamiento de Olaya. Sentencia que se cumplió el 29 de junio de 1823, en el callejón de Petateros, que está ubicado frente a palacio de Gobierno y que hoy se conoce con el nombre de Pasaje José Olaya.

El inmediato reconocimiento al mártir

El presidente del Perú, don José Bernardo Tagle, marqués de Torre Tagle, emitió un decreto supremo en el que le otorga categoría de héroe a José Olaya Balandra y dispone: “Artículo 5.- En la Sala de la Municipalidad del pueblo de Chorrillos, se pondrá un lienzo en el que se halle escrito lo siguiente: El patriota D. José Olaya sirvió con gloria a la Patria, y honró el lugar de su nacimiento” (Lima, 3 de setiembre de 1823).



viernes, 3 de junio de 2016

Micaela Bastidas Puyucahua

Micaela Bastidas Puyucahua (Tamburco, Abancay 1742 - Cusco, 18 de mayo de 1781) Heroína de la emancipación. Se la conoció como la principal consejera durante el levantamiento de Túpac Amaru II. Es capturada por el ejército realista, condenada a muerte, iniciándose con el cercenamiento de la lengua, después de esto debía ser arrastrada con una soga al cuello, atada de pies y manos, y finalmente ahorcada y descuartizada.
Su lugar de nacimiento es objeto controversia, de modo que algunos historiadores la dan por nacida en Pampamarca (actual provincia de Canas en Cuzco), mientras otros afirman que nació en Tamburco, distrito perteneciente a la provincia apurimeña de Abancay. Lo cierto es que fue hija del español Miguel Bastidas y de la india Josefa Puyucahua. Creció en el pueblo de la Asunción de Pampamarca. Se casó con José Gabriel Condorcanqui Noguera, cacique de Surimana, Tungasuca y Pampamarca aproximadamente a los 20 años. De su matrimonio tuvo tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando, quienes siendo adolescentes colaboraron en la gran rebelión andina de los esposos Condorcanqui-Bastidas. Micaela secundó a su marido no sólo en la guerra, sino también en las tareas comerciales y de transporte a las que éste se dedicaba. Políticamente era una lideresa; poseía don de mando, con el cual logró ganar para la causa rebelde a numerosos caciques, vecinos distinguidos e incluso a párrocos.
Ocupó una posición directiva, virtualmente número dos del movimiento, proveyendo de recursos, armas y vestimenta a las tropas. Llegó incluso a dirigir algunas acciones preparatorias cuando Tupac Amaru II debía ausentarse e intervino activamente en la captura del corregidor de la provincia de Tinta, general Antonio de Arriaga, ejecutado en la plaza de Tungasuca el 10 de noviembre de 1780. Una semana después (18 de noviembre) tuvo papel preponderante en la exitosa batalla de Sangarará y sostuvo la opinión de que las acciones debían proseguir rápidamente, a fin de evitar que los españoles se rehicieran, y así lanzó la ofensiva sobre la ciudad del Cuzco. Luego del revés sufrido en la batalla de Tinta, el 6 de abril de 1781, emprende la huida hacia Langui pero, debido al delato de un coronel español apellidado Landaeta, es apresada junto con Tupac Amaru II, sus hijos Hipólito y Fernando, y otros miembros de su familia. Los prisioneros son conducidos al Cuzco, a la presencia del visitador José Antonio de Areche. El 15 de mayo es condenada a muerte y la ejecución se realiza tres días después en la Huacaypata o plaza de armas del Cuzco, a la vista de su esposo, familiares y gran cantidad de público. Empezó por el cercenamiento de la lengua, después de esto debía ser arrastrada con una soga al cuello, atada de pies y manos, y finalmente ahorcada y descuartizada. Como tenía el cuello muy delgado, el torno no logró ahorcarla, por lo que fue necesario ejecutarla con una soga jalada manualmente. Sus restos fueron descuartizados y los miembros repartidos, como símbolo de represión contra la rebeldía, en diferentes lugares del sur andino.

Mariano Lorenzo Melgar Valdivieso


Mariano Lorenzo Melgar Valdivieso (Arequipa, 10 de agosto de 1790 - +Puno, 12 de marzo de 1815) fue un poeta y revolucionario independentista peruano. Fue fusilado por el ejército realista después de la derrota de la revolución de Mateo Pumacahua con menos de 25 años de edad.
En el año de 1814 se produce la revolución de Pumacahua en el Cusco. Melgar, que se encontraba en Majes, se adhiere a la gran causa libertaria y marcha al combate por la independencia nacional. El 11 de marzo del mismo año, se libró la batalla de Umachiri, entre las fuerzas patriotas y las realistas, en la actual provincia de Melgar del departamento de Puno. Melgar resistió valerosamente en la dirección de artillería, pero consumada la derrota de los patriotas, fue persuadido a que huyera y le proporcionaron un caballo. Sin embargo, fue finalmente capturado por los realistas, y de manera rápida, se constituyó un tribunal improvisado en el mismo campo de batalla, siendo juzgado sumariamente y condenado a muerte. A la mañana siguiente Melgar fue fusilado.
También es recordado sobre todo por su poesía amorosa, en la que destaca su Carta a Silvia y sus yaravíes (del quechua haraui, "canto" o "poesía"). Silvia fue el gran amor de su breve vida y la idealizó e inmortalizó en versos doloridos. El mérito de sus yaravíes es haber adaptado al lenguaje lírico culto una forma popular mestiza, proveniente de fuentes indígenas y asimiladas al folclore musical de Arequipa.

Maria Andrea Parado de Bellido


María Andrea Parado de Bellido (Huamanga, 5 de julio de 1761 - †Huamanga, 1 de mayo de 1822). Heroína peruana, mártir de la independencia del Perú. Fue fusilada por el ejército realista al encontrar una de sus misivas que enviaba a las guerrillas patriotas.
Durante el proceso de la independencia del Perú, el virrey José de la Serna se estableció en el Cusco. Desde allí envió a sus fuerzas hacia la sierra central, para que sometieran a los “insurgentes”, como denominaba a los patriotas. Estas fuerzas de represión estaban comandadas por el general José Carratalá, quien se encargó de la represión en las actuales provincias de Parinacochas, Lucanas y Huamanga, labor que la realizó de una manera despiadada. Pueblos enteros fueron incendiados y arrasados, y sus pobladores masacrados. Carratalá estableció su cuartel en la ciudad de Huamanga. Desde esta ciudad María Andrea enviaba comunicaciones a las guerrillas patriotas, donde también militaban su esposo e hijos. Como ella no sabía escribir, le dictaba a un amigo de confianza. Las cartas que remitía a su marido eran con la finalidad de informarles de los movimientos y los planes del enemigo. Así, por ejemplo, gracias a una de esas misivas, los guerrilleros patriotas pudieron abandonar el pueblo de Quilcamachay, el 29 de marzo de 1822; al día siguiente el pueblo fue ocupado por los realistas, y allí se encontró la misiva, olvidada por descuido en la chamarra de un guerrillero. Aunque la misiva descubierta solo estaba firmada con el segundo nombre de la heroína, los realistas pronto identificaron quien era la remitente. Descubierta entonces, María fue apresada el 30 de marzo en Huamanga y sometida a intenso interrogatorio para que delatara a los patriotas comprometidos. Carratalá no dudó incluso en aplicarle la tortura. Pero ella se negó rotundamente a dar nombres y dio reiteradamente la misma respuesta: «¡Yo la escribí!» Finalmente, Carratalá ordenó su fusilamiento.

Leoncio Prado Gutierrez

Leoncio Prado Gutiérrez (Huánuco, 24 de agosto de 1853 - † Huamachuco, 15 de julio de 1883) fue un marino peruano que participó en diversas guerras contra España, en Cuba y Filipinas. Al final de la Guerra del Pacífico, Leoncio Prado muere fusilado por los chilenos en julio de 1883 luego de la Batalla de Huamachuco con apenas 30 años. El 10 de julio de 1883, la batalla de Huamachuco comienza favoreciendo a las fuerzas peruanas, sin embargo, pronto se acaban las municiones y sufren su peor derrota. El General Cáceres logra huir y continuó la lucha de la resistencia peruana, pero el Coronel Leoncio Prado, herido gravemente en la pierna, fue capturado pocos días después. Antes de su fusilamiento pidió un lápiz y escribió la siguiente carta: "Huamachuco, julio 15 de 1883. Señor Mariano Ignacio Prado. Colombia. Queridísimo padre: Estoy herido y prisionero; hoy a las ... (¿Qué hora es? preguntó. Las 8.25 contestó Fuenzalida) a las 8:30 debo ser fusilado por el delito de haber defendido a mi patria. Lo saluda su hijo que no lo olvida Leoncio Prado". En su memoria se han creado diversas instituciones peruanas como el Colegio Militar Leoncio Prado. Su padre fue el presidente Mariano Ignacio Prado quien manejaba negocios en Chile antes de la guerra. Su hermano Manuel Prado Ugarteche, fue dos veces elegido presidente constitucional de la República del Perú.

Jose Galvez Egusquiza

jose galvezJosé Gálvez Egúsquiza, nació en Cajamarca el 17 de marzo de 1819 y murió en el Callao el 2 de mayo de 1866. Hijo del coronel limeño José Gálvez y Paz, quien fuera diputado en 1826 y fundara el colegio de Ciencias de Cajamarca, y de la dama cajamarquina María Micaela de Egúsquiza y Aristizábal. Estudió en el Colegio Central de Ciencias y Artes, dirigido por el presbítero Juan Pío Burga y, al egresar, por circunstancias familiares, se ocupó durante algún tiempo del manejo de su hacienda Catudén. Es recién hacia 1842 que se traslada a Lima, matriculándose en el convictorio de San Carlos, cuyo rector era el famoso presbítero y orador sagrado Bartolomé Herrera. Optó el título de abogado en 1845 y durante cinco años ejerció su profesión en el ámbito de Cerro de Pasco y Tarma. En 1850 volvió a Lima, incorporándose al cuerpo docente del colegio Nuestra Señora de Guadalupe y, dos años después, accedió a la dirección del plantel en reemplazo de su hermano Pedro. La orientación extremadamente liberal que le dio a su labor educativa en este plantel se diferenció radicalmente de la instrucción conservadora que había recibido en el convictorio de San Carlos. Al producirse el levantamiento del general Ramón Castilla, en Arequipa, se une a su contingente, colaborando a resolver la abolición del tributo de los indígenas (5 de julio de 1854) y la emancipación de los esclavos (3 de noviembre de 1854), cuya necesidad había defendido permanentemente desde las aulas.
Participó en la batalla de La Palma (5 de enero de 1855) y, a mérito del triunfo de la revolución de Castilla, fue nombrado rector del convictorio de San Carlos combatiendo con denuedo la orientación conservadora desarrollada por Bartolomé Herrera. En 1857 Castilla disolvió la Convención Nacional de la cual Gálvez era diputado, actitud que lo convierte en su exaltado opositor, desde la redacción del diario Constitucional (3 de abril a 1 de agosto de 1858). Para impedir que prevaleciera la nueva Constitución de I 3 de noviembre de 1860, formó parte junto con Ricardo Palma y otros liberales y oficiales de una conspiración para victimar a Castilla, tomando por asalto su casa de la calle de las Divorciadas (23 de noviembre de 1860). Fracasado el intento, tuvo que asilarse en la delegación de Chile en Lima y salir al destierro. Viajó por Europa y volvió al Perú en 1862, dedicándose al ejercicio de su profesión. Al año siguiente obtuvo su doctorado en Jurisprudencia en la Universidad Mayor de San Marcos, con una tesis sobre el carácter autónomo de las instituciones científicas con respecto al Estado.
Combate del 2 de mayoEn 1865 fue elegido decano del Colegio de Abogados de Lima y en tal condición manifestó su disconformidad por la actitud pasiva del general Juan Antonio Pezet ante la agresión de la Escuadra Española del Pacífico, siendo por este motivo desterrado nuevamente a Chile. Se unió en Chincha a las filas del ejército restaurador encabezado por el coronel Mariano Ignacio Prado y, luego del triunfo de este movimiento, se le designó como secretario de Guerra y Marina (1865). Al tomar conocimiento del manifiesto (27 de abril de 1866) efectuado desde la fragata capitana Numancia por el almirante Castro Méndez Núñez, comandante de la Escuadra Española, amenazando con bombardear el Callao en un plazo de cuatro días, acusando al Perú de (haber transgredido el tratado del 27 de enero de 1865, Gálvez asumió la dirección de la defensa de aquel puerto y construyó una serie de baterías, emplazadas al norte y sur, situando los débiles y reducidos barcos de guerra al centro. En la defensa norte se ubicaba la torre de Junín, el fuerte de Ayacucho y el famoso cañón del pueblo; en las baterías del sur el fuerte de Santa Rosa, la torre de la Merced, que era giratoria y blindada y la batería Zepita que estaba frente a la Mar Brava. El 2 de mayo de 1866, en las primeras horas del combate, uno de los cañones Blackley del fuerte de Santa Rosa se inutilizó. Lo lamentable fue que una bomba delAlmansa, penetró por una de las puertas y vino a explotar en unos paquetes de pólvora, con lo que se produjo una inmensa explosión que destruyó la torre de la Merced, en la que murió heroicamente José Gálvez
.

Pedro Ruiz Gallo

Pedro Ruiz GalloNació el 24 de Junio de 1838 en Eten.

Hijo de Pedro Manuel Ruiz (coronel español) y doña Julia Gallo.

Hizo sus primeros estudios en su ciudad natal, pero al morir su madre, fue llevado a Chiclayo. Desde niño mostró condiciones para las artes manuales y la música, dando conciertos populares para subsistir y pagar sus estudios.

Trabajó como relojero y 1854 a la edad de 16 años viaja a la ciudad deLima. A los 20 años ingresa al ejércitohaciendo una carrera brillantEn 1856, en el puesto de capitán ayudante de la Prefectura de Amazonas, construye dos relojes para las ciudades de Lomud yChachapoyas.

En 1856 incursiona en la medicina, a causa de la epidemia de viruela, descubriendo una vacuna con la cual salva la vida de miles de personas. Fue catalogado como el médico militar salvador. Tomó parte activa en el combate del 2 de mayo en 1866 bajo las ordenes del General Prado.

Posteriormente trabaja en el reloj para el Parque de la Exposición; inaugurado el 6 de diciembre de 1870 a las 12:00 a.m.. En 1878 publica el folleto titulado "Estudios generales sobre la navegación aérea y resolución de este importante problema" donde trata de los globos aerostáticos. Diseña un aparato al que llamó "El Ornitoptero" que tenía forma de un ave, pero que funcionaría con un motor.

El 24 de abril de 1880. La escuadra chilena bloqueó el puerto y el Gobierno lo comisionó cuando ofreció sus servicios para la construcción de torpedos que con dispositivos mecánicos estallaría en contacto con los barcos enemigos. Estableció su taller en un inmueble del puerto del Callao. La obra estaba casi terminada, cuando por un descuido uno de sus torpedos estalla el 24 de abril de 1880 matando a su inventor.

La Asamblea Constituyente de 1884, resolvió trasladar sus restos a la Cripta de los héroes; desde 1940 sus restos reposan al lado de Grau y Bolognesi.

Tupac Amaru 2

BIOGRAFÍA DE TÚPAC AMARU II

José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, nació el 19 de marzo de 1738, en el pueblo de Surimana, distrito de Tungasuca, Provincia de Canas, en el Departamento de Cusco.
Era el segundo hijo de Miguel Condorcanqui y de Rosa Noguera, descendiente por línea materna de Túpac Amaru I, el último soberano inca, de quien adoptó el nombre. Al fallecer su hermano mayor, quedó como único y legítimo heredero del curacazgo de Surimana, Tungasuca y Pampamarca. Fue educado por los jesuitas en el colegio de curacas de San Francisco de Borja ubicado en el Cusco.
Tenía alrededor de 20 años cuando contrajo matrimonio con doña Micaela Bastidas Puyucahua. Era propietario de cocales en Carabaya, chacras en Tinta, vetas de minas y, sobre todo, dueño de 350 mulas, utilizadas para transportar mercaderías a Potosí.
En 1776 presentó una petición formal para que nuestros paisanos fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas. Ante la negativa de la Audiencia de Lima decidió tomar medidas más radicales. En noviembre de 1780, Túpac Amaru II lideró una insurrección popular en el valle de Tinta, la que, en seguida, se propagó por toda la sierra y cuyas principales exigencias fueron poner fin a los tributos excesivos, la mita y los abusos de los corregidores. Al iniciarse la insurrección, el corregidor Arriaga fue apresado y ejecutado por orden de Túpac Amaru .
Aunque el objetivo inicial fue luchar contra los excesos y el mal gobierno de los españoles, no pudo evitar que la guerra se convirtiera en racial. Al frente de una nutrida tropa y después de vencer a un ejército de 1.200 españoles en Sangarará, Túpac Amaru II prefirió no marchar sobre Cusco y regresar a su residencia de Tungasuca sin entrar en la antigua capital Inca; con ello intentó facilitar una negociación de paz.
Esto permitió que los españoles organizaran la resistencia y los rebeldes fueron vencidos el 8 de enero de 1781 por el ejército enviado por el virrey Jáuregui y Aldecoa y, entre el 5 y el 6 de abril, en Tinta, por las tropas del mariscal del Valle.
Perseguido por el general Ventura Landa en Tananico, fue hecho prisionero y juzgado severamente, el 18 de mayo de 1781, siendo obligado a presenciar el asesinato de toda su familia. El visitador Areche lo condenó a morir descuartizado por cuatro caballos que tirasen de cada una de sus extremidades. Como Túpac Amaru II era un hombre excepcionalmente fuerte, fue imposible matarlo de esa manera por lo que ordenaron su decapitación.
Su cuerpo fue descuartizado, su cabeza fue colocada en una lanza exhibida en Cusco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en Livitaca y Santa Rosa. A pesar de la ejecución de Túpac Amaru II y de su familia, los españoles no lograron sofocar la rebelión, que continuó acaudillada por su medio hermano Diego Cristóbal Túpac Amaru, al tiempo que se extendía por el altiplano boliviano, la región de Jujuy y en el Noroeste argentino.
La fama de Túpac Amaru II se extendió de tal forma que incluso los sublevados en el llano de Casanare, Virreinato de Nueva Granada (actual Colombia), le proclamaron rey de América. Siguiendo los pasos de Túpac Amaru II, que había intentado una solución pactada al conflicto, su hermano Diego Cristóbal llegó a un acuerdo para deponer las armas con la promesa española de indultar a los rebeldes y corregir la mala situación de los indios. Esto se logró tras difíciles negociaciones, en enero de 1782. Las posteriores rebeliones criollas invocaron el nombre de Túpac Amaru II para obtener el apoyo de nuestros paisanos.